De músico clásico a músico de jazz: mi historia personal 

La historia empieza veinte años atrás, un caluroso día de verano en el sud de Francia.

El joven saxofonista de 13 años que era en esta época no tenía ni idea de que iba a pasar en este lugar mágico donde me llevó mi padre. 

Era una casa muy antigua, llena de instrumentos, y de señores de unos 80 años de media. 

Olía a café y se escuchaba música desde el camino de piedra que daba a la entrada de la casa. 

Cuando entremos, nos acogieron con sonrisas y abrazos, y no tardaron mucho en ponerse a tocar unos estándares de jazz. 

Fue uno de los mejores momentos de mi vida, ya era la primera vez que veía personas tocando jazz, y sobre todo improvisando.

No entendía muy bien lo que estaba pasando, ya que estaba acostumbrado a seguir siempre una partitura, pero lo que viví esta misma tarde me impacto tanto que no pude dormir de toda la noche. 

El día siguiente, al levantarme, iba hacia mi saxofón, para intentar improvisar algo. La verdad es que no salió nada bueno ese día. Es entonces que pedí a mi padre de llevarme otra vez en este sitio mágico, dónde pasé el verano entero tocando y aprendiendo con estos abuelos.

En este momento preciso de mi vida, tomó una decisión importante: voy a dedicarme a la música y sobre todo al jazz.

En 2010 después de haber pasado por todos los conservatorios y profesores inimaginables, de haber tocado a través del mundo y grabado varios discos, empiezo también a transmitir esa pasión a mis primeros alumnos.

¡Qué desastre! ¿Cómo explicas a alguien cómo improvisar? 

Después de (mucho) experimentar con mis primeros alumnos (de paso gracias chicos por vuestra paciencia...), desarrollo varios métodos para enseñar la improvisación, el jazz y todos sus mecanismos.

Instalado en Barcelona desde 2015, fundó poco después mi propia Big band de alumnos.

En la big band, ensayamos arreglos escritos. Y cuando viene el momento de improvisar un solo, veo las caras de mis alumnos, pedir a grito “AYUDA, SOCORRO” 

Con un ensayo semanal, no me da tiempo para enseñar a cada uno las técnicas de improvisación que había desarrollado.

Es por eso que empiezo a crear libros de ejercicios y cursos de jazz online.

ABRACADABRA, así es cómo nació CANCIONESDEJAZZ en 2020. 

Es una plataforma de aprendizaje en línea dedicada a todas esas personas apasionadas de esta música, que quieren aprender a tocar a su propio ritmo, con un método único respeto a la improvisación.  

Para escuchar la historia, aquí tienes la versión audio con además una canción inédita al final del episodio.

A la hora de grabar este pódcast, he tenido el placer de ayudar a cerca de 700 personas a improvisar y tocar jazz.

Si estás escuchando este pódcast quizás eres una de estas personas y te doy las gracias por estar confiando en mí. 

Llegando ahora casi al final de este primer episodio, te quiero pedir dos cosas para ayudarme a seguir adelante con este proyecto de enseñar el jazz al mundo hispanohablante:

La primera es muy sencilla: pon una evaluación de 5 estrellas en tu plataforma de pódcast preferida, y déjame un comentario dónde me cuentas qué te gustaría aprender en un futuro episodio.

La segunda es una invitación directa a estar en contacto conmigo: 

Para ello, solamente te hace falta descargar mi ebook gratuito “Soy Jazzman” o cualquier de mis cursos y recursos gratuitos. 

Recibirás así un correo electrónico desde mi email personal.

Podrás así escribirme en el caso de que quieras hacerme una pregunta.

Contestaré por escrito, video o en un episodio de este podcast.

Ahora sí, te digo hasta una próxima, y te dejo escuchar una canción de mi primer disco RENCONTRE que grabé en 2017 junto al guitarrista Iago Aguado, el contrabajista Emilio Martín y el batería Quique Ramirez. 

La canción se llama “Line” en homenaje a la manera de tocar la batería en un estilo de jazz de la Nueva Orleans llamado “segon line”.. 

Un saludo, gracias por escuchar el episodio de hoy y hasta la próxima.